34º a la sombra, las calles llenas de gente y una claudia que se le ocurre ir a visitar una galería de arte. Basada en su experiencia, pensó que su visita sería como tantas otras: ella y la obra, la sala vacía. Error. A pesar del calor, personas comunes y silvestres estaban allí. De ahí que hayan entendido algo de la obra...Y no digo que la gente sea tonta; quizás el lenguaje del arte es tan artístico, que para la gente es casi chino-mandarín. Con o sin entendimiento, lo importante es que la gente estaba en la sala, viendo, curioseando, casi jugando. De pronto una imagen curiosa ocurrió.
Buenas tardes, se puede entrar?
Era una pareja de apariencia humilde, de ese tipo de gente que se arregla para ir al centro, de camisa metida dentro del pantalón, vestido y zapatitos de tacón. Fue tan curioso. Es que la gente así, humilde, no suele entrar a una galería de arte. Ellos me sorprendieron, me alegraron, me hicieron sentir que hay esperanzas.
No sé si será culpa de los medios, de los artistas o de la gente, pero estas situaciones no ocurren todos los días. Generalmente, los centros culturales, en especial las galerías, son visitadas por gente que tiene bagaje cultural, ya sea por su estrato socio-económico o porque están vinculados directa o indirectamente al arte. Y claro, qué más podría esperarse, si los panoramas culturales siempre son difundidos en lugares culturales, donde acude gente interesada en la cultura. También hay que decir que el mismo arte tiene la culpa. Como quieren que la gente se acerque si sus lenguajes son tan complejos. Quizás no sea el objetivo del artísta, pero creo que es importante que el mensaje de la obra se entienda y cuando digo se entienda no me refiero a que el curador de la exposición lo catologue de obra maestra, sino que cualquier persona pueda decir o pensar algo más allá de "qué bonito esto".
Independiente de todo los problemas de difusión, de lenguaje, educación, etc, etc, lo importante es que la gente está visitando, aunque sean pocos y de a poco, las galerías, los centros culturales y todo eso que tiende a tildarse de fome. No se equivoquen, no generalicen, el arte no es fome, tampoco es caro ni de elite, al menos no siempre. Visiten los museos, galerías y centros culturales!!

En imágenes, "Estructuras psicóticas" de Claudio Correa y Nicolás Guzmán. Galería Gabriela Mistral, Alameda, al lado de la Ferretería Amunátegui (Alameda c/Amunátegui). Entrada Gratuita.

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

Fijate que cuanto estuve por allá salió el estudio de que revelaba la "fomedad" de los chilenos, pero yo llegué a la conclusión de que los habitantes del "Gran Ají" no son fomes, sino que su entretención les cuesta mucho dinero, por eso no gasta al salir, sino que hacen el carrete en su casa.
Ahora lo que veo es que la gente esta buscando nuevas formas de entretención grantuita, lo cual es una manera de expresar que la gente de Chile no es fome!!!!!!